De
Tengo mis propios principios, ni tú ni nadie volverás a confundirlos jamás.


Tú has sido mi tristeza.

¡Has sido!
Ya no lo eres ni serás nunca más…

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Siempre.

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Piérdete de intriga, de dolor, de cansancio, de amor, de mi.. No logro entenderlo aún, pero luces mejor en mis manos; y si me esfuerzo soñaras siempre lo mismo. En el mismo rato, en la misma vida nos perdemos un poco y luego lo que falta, hasta quedarnos vacíos, sin nada de nada, para que nos roben miserias, se lleven estragos y se olviden del poco espacio que hemos dejado, que nos encuentren sin miedo, sin penas, sin sentimientos, sin reflejos; gastados de sueño y hambre, de odio y rencor, de besos y caricias, de sueños, de amor. Necesitas de todo y yo no lo encuentro, soltarte suena lo mas lógico aunque me atengo al halo de tristeza, al miserable encuentro de lo nuestro y la realidad, ¿a qué no te esperas eso?; no esperas nada y de todo te fías, no buscas cosas sino momentos, y yo paso de todo, de ti sobre cualquier cosa. No estalles en mi, no te metas conmigo, no me pienses, no me sueñes, no me mires, no a todo lo que intentas, no estoy de tu lado ni para ti, no me mientas, no me
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Perdón, amé

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A veces creo que no sabes porque pides perdón, solo es el impulso de arreglarlo para que no exista mas tensión. Continuar con tu hermosa monotonía que me enreda hasta hartar. Me alegra que aún tengas algo para romper, esa idea de mantenerte intacto, sereno y sin miedo me aterra. Lo cambio todo por verte feliz. Espero entender un día, que es eso que obliga a las personas “distintas” a hundirse profundo en mares de absoluta tristeza, partir desde lo hondo hasta el cielo para encontrarse con más miseria y aún con todo eso llorar por más. Extraña la idea de verme lejos de lo oscuro y perverso, pero extraño más el verme sin miedo, sin ti dando por hecho que sigo sin que me sujetes; a veces creo que no sé porque te perdono.
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"Qué, ¿ya no me amas?" Le pregunto al tiempo y se hace el que no oye, después lo pregunto al viento dos o tres veces, y el también me evade. Me vuelvo al cielo y ahí no parece haber nadie, así que regreso al suelo y no parece tan estable. Te he dicho varias veces, lo mucho que me callo, aunque no parece tanto si esta guardado; te repito vida ¿ya no me amas como antes?, porque no lo siento y esto es grave, grave la voz y los sonidos y todo lo que ya no te recuerdo y me hace daño; si, así sin dañarme realmente.. Y el problema es ese, ya no me duele la distancia, ya no siento frío en los brazos y ya no necesito dulces besos dulces,  ya no me dañan tus promesas sin respuesta, no me atengo a tus llamados ni me perturba que no estés, no me conmueve nada de tu ser. Pero no, no es alegría lo que siento, me intriga el después y el terrible malestar, de no saber que pasará.
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